La Toxicidad en Internet:

Creo que todos somos conscientes del potencial que ha tenido internet desde hace unos años hasta aquí, la repercusión que tiene sobre las personas y la influencia que provoca en nuestras mentes sin, si quiera, darnos mucha cuenta y, mucho más, cuando es la gente joven la que está supeditada a la manipulación exterior de forma consciente, incluso, algo ignorante porque no se llegan a informar del todo bien. A lo largo de estos meses, he podido recordar un poco la evolución que ha tenido todo esto porque hace unos años el ponerse delante de un ordenador a hablarle a un millón de personas no era de mucha importancia, mucho menos, de interés (al menos, en mi caso) y ahora todo ha dado un vuelco impresionante, tanto por la parte positiva como por la negativa. Esto es lo que voy a reflejar en esta entrada porque, la verdad, veo cosas intolerables que me gustaría comentar y que si no las digo pues exploto, como de costumbre.

Recuerdo que me tiraba horas leyendo en el patio del colegio o en casa, casi no tocaba el ordenador y, si necesitaba ver alguna cosita, iba a la biblioteca central de mi ciudad y reservaba una hora. También me vienen a la cabeza esos momentos en los que los niños jugábamos a la pelota, con muñecas, correteábamos por los parques y esperábamos ansiosos que nuestros familiares nos dieran algún que otro capricho. Conforme ha ido pasando el tiempo, he podido ver cómo todo esto ha ido desvaneciéndose, cómo los niños han empezado a usar los móviles de sus padres para ver dibujos, las tablets para jugar a cuatro bobadas sin sentido y los parques medio vacíos, digamos que he ido viendo cómo la sociedad está interactuando menos con sus hijos para darles mejor educación, aprenden cosas de lo que ven en los ordenadores y demás aparatos electrónicos, de hecho, hay chavales de ocho a diez años que ya tienen cuentas de Instagram/Twitter y andan comentando cosas que serían impropias de un adulto con capacidad para razonar. Veo que se absorbe información inapropiada en edades muy tempranas cuando lo que se debería hacer es aportar apoyo y atención a estos niños que van a ser el futuro, al fin y al cabo.

De lo que he ido dándome cuenta es de que los personajes públicos han ido haciéndose poco a poco más visibles, personas que no creían que tendrían éxito lo han tenido, los llamados YouTubers, los que han tenido ilusión y gusto de subir vídeos a esta plataforma y se han sorprendido al tener millones y millones de seguidores de un día para otro, comentarios y los famosos "likes". Todo esto me parece perfecto, cada uno se gana la vida como quiere y si es con algo que le apasiona, pues oye, ¿por qué no? Pero lo que había en esta plataforma de YouTube a lo que hay ahora, digamos que no hay nada que ver, se alimenta de críticas de unos hacia otros, un odio absurdo y gratuito, manipulación por alguno que otro y constantes guerras que no llegan a ningún lado. Hay jóvenes que siguen a este tipo de personas manipuladoras y orgullosas, a parte de mentirosas y faltas de personalidad (no me refiero a todos los YouTubers, me refiero a uno o dos) y terminan absorbiendo estos comportamientos, empiezan a educarse con ello siendo inapropiado porque están en el momento de desarrollo de su personalidad y todavía no saben distinguir algunas cosas.

También han aparecido vídeos de personas que han sufrido acoso en foros de marcas de moda por internet que han puesto a parir a la gente que ha tenido éxito sin motivo aparente, personas que no tienen ningún derecho ni a eso ni a meterse con sus seres queridos. He visto ataques gratuitos sin razón a personas que son diferentes, incluso gente que se ha metido conmigo por dar una opinión sobre un libro que verdaderamente considero que es malo e inconsistente y que no merece la "etiqueta" de bestseller cuando ni siquiera entiende las metáforas de otros, lo que hice fue bloquear a esa gente porque no aporta nada. Personas que se dedican a criticar por twitter a otras por cualquier tontería que comenten, por una simple broma o un vídeo en forma de videoclip que no hacía daño a nadie, a mi parecer, era como un pequeño cortometraje que no merecía que todo el mundo se echase encima. Están en un plan imposible y lo veo cada día, desde críticas a saco hasta quejas constantes de cualquier cosa, exigencias y manipulaciones.

A parte de todo esto, también hay personas que se hacen fotos exhibiendo sus cuerpos y, cuando hay gente que le sigue y les dicen cosas un poco picantes o sexistas, se quejan de ello cuando lo han normalizado y sexualizado ellas mismas. He visto que estamos en un punto en que no se puede ni opinar y que ser un personaje público es exponerte a cualquier palabra que te quiera soltar otro, información de un lado a otro, cosas que pueden provocar que te denuncien... de hecho, hay YouTubers que tienen su propio abogado, vamos que esto, antes era impensable. De igual manera, me parece injusto que haya personas que saquen libros que son una absoluta basura, supuestamente corregidos por la editorial y que haya otras que deseen de verdad mostrar su obra y su pasión al mundo y que siempre se vean impedidas por negativas constantes. Solo por ser un personaje público y vender un huevo ya por su nombre, que publiquen libros de esta índole solo por vender más porque por otra cosa no creo que sea, el consumismo vacío de siempre...

Una de las partes positivas es que cualquiera puede empezar un nuevo proyecto en el momento que quiera y que dé la casualidad de que salga bien y crezca profesionalmente, de hecho, desde Instagram se puede ganar dinero (promocionando marcas en las fotos), cosa que antes ni se hablaba de esto ni se imaginaba algo así. También que personas como yo que intentamos crecer en el mundo de la escritura y que nos gustaría lanzar nuestro propio libro para poder llegar a mucha más gente, nos podamos hacer una especie de marketing propio sin esfuerzo ninguno, desde el propio móvil puedes compartir lo que quieras de tu día a día para aumentar el número de visitas y visualizaciones en los blogs o vídeos o lo que cada uno tenga, son herramientas que nos ayudan a expandirnos un poco más. Lo que suele pasar es que estamos expuestos cada vez más a las pantallas y nos vamos dañando poco a poco la vista porque, teóricamente no es bueno mirar de cerca o tener esa luz brillante día tras día en la cara, mucho más cuando escribes tan a diario como yo u otros escritores o personas que publican cualquier tipo de contenido, son muchas horas delante del ordenador y mucho desgaste mental más que físico.

Me he encontrado tanto con signos de cariño y apoyo como con críticas, insultos y faltas de respeto, incluyendo guerras diarias (que, a decir verdad, hay algunas que sigo porque creo que son justas) que no deberían persistir. Es impresionante también la cantidad de toxicidad y odio que se puede trasmitir por internet y cómo alimenta a aquellos que se lucran con ello y, encima, les gusta. Siempre es mejor apoyar lo positivo y alegrarte del éxito ajeno, dado que, te gustaría que también hicieran lo mismo con tu contenido... el positivismo, existe, para quién no lo sepa.

¿Qué opináis sobre esto? ¿Existe cierta toxicidad en Internet?

Espero que os haya gustado esta entrada o crítica hacia un acontecimiento social que me ha encantado compartir con vosotros y que me gustaría que opinarais (si queréis, como siempre). Un beso y un abrazo, lectores.